En medio de una economía mundial cada vez más lenta e incierta, emerge un concepto que ha capturado la atención de los economistas: la teoría del deterioro secular. Esta teoría sostiene que las economías modernas podrían estar registrando un crecimiento económico a largo plazo intrínsicamente más bajo, planteando grandes desafíos para legisladores y formuladores de políticas a nivel global. El objetivo de este artículo es ofrecer una visión comprensiva y crítica de esta teoría, examinar sus implicaciones más importantes y explorar algunas de las soluciones planteadas para superar estos retos.
¿Qué es la teoría del deterioro secular?
La teoría del deterioro secular, o secular stagnation en inglés, se refiere a un periodo prolongado de bajo crecimiento económico, incluso en presencia de bajas tasas de interés. El término «deterioro secular» fue acuñado por primera vez por el economista Alvin Hansen en la década de los 1930, pero recientemente ha sido popularizado por el economista y ex secretario del tesoro de EE.UU., Larry Summers.
Si bien, es fácil confundir este término con el estancamiento económico usual que se produce durante los ciclos de desafío económico, hay una diferencia crucial: el deterioro secular se enfoca en el largo plazo, implicando un estado persistente de bajo rendimiento económico, más allá de los conjuntos de ciclos de expansión y recesión económica.
Causas del deterioro secular
Las causas que subyacen al deterioro secular son diversas y complejas. Algunas se relacionan con cambios demográficos, como el envejecimiento de la población y la disminución de las tasas de natalidad, mientras que otras están vinculadas a la dinámica de la economía global.
Factores demográficos
Los cambios demográficos, en particular el envejecimiento y la disminución de la natalidad, pueden contribuir al deterioro secular. A medida que la población envejece, puede causar dos efectos principales: primero, puede reducir la oferta laboral, lo que disminuye la productividad. Adicionalmente, puede aumentar el ahorro en lugar de la inversión, ya que las personas mayores tienden a ahorrar más y a consumir menos, lo que puede ralentizar la economía.
Disminución de la productividad e innovación tecnológica
La disminución de la productividad y la innovación tecnológica es otra posible causa del deterioro secular. La noción es que a medida que las economías maduran, se vuelven menos capaces de generar nuevas ideas y tecnologías que impulsen el crecimiento económico.
Aumento del ahorro frente a la inversión
Un aumento en la propensión a ahorrar en lugar de invertir puede llevar a una disminución de la demanda agregada, lo que ralentiza la economía. Esta es una de las razones por las que los períodos de tasas de interés bajas y altos niveles de ahorro a menudo coinciden con el crecimiento económico lento.
Desigualdad de ingresos
La creciente desigualdad de ingresos también está relacionada con el deterioro secular, ya que una mayor concentración de la riqueza en la cúspide de la distribución de ingresos puede limitar la demanda agregada y, por lo tanto, el crecimiento económico.
Así, en países como Estados Unidos, Europa y Japón se han estado experimentando estas situaciones, siendo evidente en las estadísticas económicas de estos días. Por ejemplo, el crecimiento del PIB de Japón ha sido inferior al 1% durante la última década.
Implicaciones económicas y sociales
El fenómeno del deterioro secular tiene profundas ramificaciones para la economía y la sociedad en su conjunto.
Crecimiento económico lento y sus consecuencias
Un crecimiento económico lento puede tener un impacto significativo en el mercado laboral. Cuando los mercados laborales son débiles, los salarios tienden a estancarse, lo que conduce a una disminución en el nivel de vida y a un aumento de la presión sobre los sistemas de pensiones y el gasto social.
Bajo rendimiento económico y bajo nivel de inversión
Un bajo rendimiento económico implica que hay menos incentivos para la inversión en nuevas empresas, infraestructuras y tecnologías. Este bajo nivel de inversión, a su vez, puede obstaculizar aún más el crecimiento económico.
Efectos sobre la política monetaria
Debido a que el deterioro secular implica una demanda agregada excepcionalmente baja en la economía, el margen de maniobra de las políticas monetarias tradicionales puede ser limitado. En situaciones de «trampa de liquidez», las tasas de interés cercanas a cero no resultan suficientes para estimular el gasto y la inversión.