En el universo de las finanzas, los instrumentos financieros derivados desempeñan un papel fundamental en la gestión de riesgos y la especulación. Entre ellos, las Permutas de Incumplimiento Crediticio (CDS), también conocidas como Credit Default Swaps (en inglés), se han convertido en herramientas de gran relevancia para mitigar el riesgo de crédito, pero también han generado controversia debido a su potencial impacto en la estabilidad financiera.
¿Qué es un Credit Default Swap?
Es un contrato bilateral entre dos partes, donde el comprador adquiere protección contra el impago de un activo de referencia, típicamente un bono o préstamo, a cambio del pago de una prima periódica al vendedor. En esencia, el comprador del CDS se asegura contra la posibilidad de que el emisor del activo de referencia incumpla con sus obligaciones de pago.
A modo de resumen, una de las partes comprará un Credit Default Swap sobre un activo financiero para protegerse del impago del mismo.
¿Cómo funcionan los CDS?
El funcionamiento de un Credit Default Swap se asemeja al de un seguro. El comprador del CDS paga una prima al vendedor hasta su vencimiento, quien a su vez se compromete a compensarlo en caso de que ocurra un «evento de crédito» (ya sea suspensión de pagos, quiebra e incluso reestructuración). Este evento puede incluir el impago del principal o los intereses del activo de referencia, la reestructuración de la deuda o la quiebra del emisor.
En el momento de que ocurra este evento crediticio el vendedor le pagará el valor del activo al comprador. En caso de que no hubiera quiebra, el comprador del CDS habrá perdido la prima en favor del vendedor.
La mayoría de los contratos se mantienen mediante el pago de una prima continua, similar a las primas periódicas de una póliza de seguro. Un prestamista preocupado por el impago de un préstamo suele utilizar un CDS para compensar o intercambiar ese riesgo. Normalmente son utilizados como seguros contra impagos, como cobertura e incluso como especulación.
¿Quiénes participan en el mercado de CDS?
El mercado de Credit Default Swaps (o Permutas de Incumplimiento Crediticio) está compuesto por una amplia gama de participantes, incluyendo:
- Inversores: Los inversores utilizan CDS para proteger sus carteras de inversiones contra el riesgo de crédito.
- Entidades financieras: Las entidades financieras, como bancos y fondos de cobertura, utilizan Credit Default Swaps para cubrir sus propias exposiciones crediticias o para especular sobre la solvencia de los emisores.
- Emisores: Los emisores de activos de referencia, como empresas y gobiernos, pueden utilizarlos para transferir parte de su riesgo de crédito a otros participantes del mercado.
¿Cuáles son los beneficios de los CDS?
Los CDS ofrecen diversos beneficios a sus participantes, entre los que destacan:
- Protección contra el riesgo de crédito: Los CDS permiten a los inversores protegerse contra pérdidas potenciales derivadas del impago de un activo de referencia.
- Diversificación de carteras: Los CDS pueden ser utilizados para diversificar carteras de inversión, reduciendo la exposición general al riesgo de crédito.
- Eficiencia en la asignación del riesgo: Los CDS facilitan la transferencia del riesgo de crédito entre aquellos que son más y menos tolerantes al mismo.
¿Cuáles son los riesgos de los CDS?
A pesar de sus beneficios, los CDS también conllevan riesgos, como:
- Complejidad: Son instrumentos financieros complejos que pueden ser difíciles de comprender y valorar.
- Riesgo de contraparte: Existe el riesgo de que el vendedor no pueda cumplir con sus obligaciones en caso de un evento de crédito.
- Potencial impacto en la estabilidad financiera: El uso excesivo de CDS puede aumentar la interconexión entre los mercados financieros y amplificar el impacto de un impago.
El papel de los CDS en la crisis financiera de 2008
Los Credit Default Swaps, tuvieron un papel muy importante durante la gran crisis de 2008. Grandes bancos como AIG, Bear Sterns y Lehman Brothers emitieron CDS a los inversores para protegerse de las pérdidas en caso de incumplimiento de las hipotecas titulizadas en valores respaldados por hipotecas (Mortgage-backed securities, MBS). Los MBS eran hipotecas agrupadas en paquetes que luego se ofrecían como acciones. En este caso, los CDS eran un seguro contra los impagos de las hipotecas, por lo que los inversores creían que habían reducido completamente el riesgo de pérdidas si ocurría lo peor y que el vendedor del CDS se haría cargo del pago de los bonos en el caso de que el inversionista fuera incapaz de hacer frente a los mismos.
Muchos bancos de inversión emitieron MBS y CDS; todos ellos apostaban por el rendimiento de sus propios derivados de valores hipotecarios. Posteriormente, cuando los precios de la vivienda se desplomaron, los grandes actores no pudieron pagar todas sus obligaciones porque se debían entre sí (aparte de ser vendedores de sus propios CDS, eran compradores de otros CDS de otras entidades bancarias) y a los inversores más dinero del que tenían.
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Regulación de los Credit Default Swaps
Tras la crisis financiera, se han implementado diversas medidas regulatorias para mitigar los riesgos asociados a los CDS, como:
- Mayor transparencia: Se han establecido requisitos de información más estrictos para las transacciones de CDS.
- Límites de posición: Se han impuesto límites a la cantidad de CDS que pueden comprar o vender las entidades financieras.
- Mecanismos de resolución de disputas: Se han establecido mecanismos para resolver disputas entre compradores y vendedores de CDS.
