La Ley GENIUS marca un antes y un después en la regulación de stablecoins de Estados Unidos. Con su aprobación en el Senado, se crea el primer marco legal federal que define cómo deben operar estas monedas digitales vinculadas al dólar. El objetivo es proteger a los usuarios, legitimar el sector y asegurar que el dólar siga siendo el eje del dinero digital.
Un nuevo estándar para el mercado de stablecoins
La Ley GENIUS, o Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins, es la respuesta a un vacío regulatorio. Las stablecoins ya movían más dinero que Visa y Mastercard juntos, pero sin reglas claras. El marco exige respaldo total 1:1 en dólares o activos líquidos, auditorías regulares y transparencia total para los emisores de stablecoins. Así, los usuarios pueden cambiar sus tokens por dólares reales en cualquier momento, y se reduce el riesgo de fraudes o colapsos.
Requisitos y supervisión: quién puede emitir stablecoins
Solo bancos, emisores calificados a nivel federal y compañías aprobadas por los estados pueden lanzar stablecoins bajo esta ley. El proceso de aprobación debe durar máximo 120 días, para evitar trabas burocráticas que frenen la innovación.
Los emisores tienen que cumplir normas estrictas de prevención de lavado de dinero, conocer a sus clientes y estar preparados para bloquear tokens si la ley lo exige. Además, cuando sus reservas superan los 50,000 millones de dólares, aumentan las exigencias de auditoría y capital.
Impacto económico y proyección de crecimiento
Según el Tesoro de Estados Unidos, el mercado de stablecoins podría crecer casi quince veces y superar los 3,7 billones de dólares antes de 2030. La demanda de bonos del Tesoro aumentaría porque las monedas digitales deben estar respaldadas por estos activos. Así, el gobierno capta más inversión y da respaldo a su deuda.
Las principales entidades financieras ven oportunidades: bancos, grandes empresas como Amazon o Walmart y plataformas tecnológicas exploran lanzar sus propias stablecoins. Esto podría reducir comisiones y facilitar pagos digitales para millones de personas.
Debate político y críticas: ¿suficiencia en la protección al consumidor?
La Ley GENIUS ha recibido críticas. Algunos representantes, como Elizabeth Warren, creen que faltan garantías para evitar abusos de grandes empresas y proteger los datos personales de los usuarios. Temen que la ley beneficie a multimillonarios o políticos vinculados al sector cripto.
Defensores de la ley argumentan que su objetivo es reforzar el papel global del dólar y atraer innovación, no beneficiar a figuras concretas. Creen que la competitividad y la supervisión estricta evitarán los riesgos señalados.
Efectos de la Ley GENIUS para América Latina y el contexto global
En América Latina, la regulación podría acelerar la dolarización digital. Muchas personas ya usan stablecoins para protegerse de la inflación, cobrar salarios o enviar remesas. Plataformas como Bitso prevén que el uso de estas monedas se multiplique gracias a la mayor seguridad transmitida por la Ley GENIUS.
A nivel regulatorio, otros países podrían copiar este modelo o, al menos, tenerlo en cuenta para supervisar su propio mercado de activos digitales.
Qué propone la Ley GENIUS: cronograma y transformación del mercado
La Ley GENIUS debe pasar todavía por la Cámara de Representantes, que debate una versión alternativa. Cuando se apruebe, las empresas tendrán hasta tres años para adaptarse. Solo las stablecoins que cumplan todos los requisitos podrán operar libremente en Estados Unidos.
Esta regulación refuerza a emisores como Circle, detrás del USDC, y empuja la adopción de monedas digitales reguladas. También transformará las reglas del juego para el resto de empresas, ya sean estadounidenses o extranjeras.
En suma, la Ley GENIUS inaugura un nuevo capítulo para el sector: más orden, más transparencia, más oportunidades, y un dólar digital con alcance mundial.