El desempleo es uno de los problemas económicos más importantes que enfrenta cualquier sociedad. Es un fenómeno que no solo afecta a las personas que se quedan sin trabajo, sino que también tiene implicaciones significativas para la economía y el tejido social de un país.
A lo largo de este artículo, exploraremos las causas del desempleo, sus consecuencias y algunas posibles soluciones para abordar esta problemática de manera efectiva.
¿Qué es el desempleo?
El desempleo se define como la situación en la que una persona que está en edad, capacidad y condiciones de trabajar (definida como población activa) no puede encontrar un empleo remunerado, pese a buscar activamente.
Como tal, es un indicador clave de la salud económica de una nación, ya que un alto nivel de desempleo refleja problemas estructurales, económicos o sociales que impiden que las personas encuentren trabajo.
Existen varias formas de medir el desempleo, siendo la tasa de desempleo (o tasa de paro) la más común, la cual mide el nivel de desocupación en comparación con la población activa total de una sociedad.
Eso es la parte de la población que estando en edad, condiciones y disponibilidad para trabajar (definición de población activa), no tiene puesto de trabajo.
Así pues, para calcular dicha tasa se debe dividir el número de personas de 16 años y más que no está trabajando pero busca trabajo de forma activa, por el número de la población activa total de 16 años y más (incluyendo a todas las personas que están trabajando o buscando activamente empleo).
Tipos de desempleo
Para comprender mejor este fenómeno, es importante reconocer que no todos los tipos de desempleo son iguales. Existen diversas categorías que ayudan a identificar las causas subyacentes:
1. Desempleo cíclico
El desempleo cíclico está relacionado con el ciclo económico. Durante una recesión, la demanda de bienes y servicios disminuye, lo que provoca que las empresas reduzcan su producción y, en consecuencia, despidan a empleados. A medida que la economía se recupera y la demanda vuelve a subir, las empresas contratan nuevamente, reduciendo la tasa de desempleo.
2. Desempleo estructural
Se produce cuando hay un desajuste entre las habilidades que ofrecen los trabajadores y las habilidades que buscan las empresas.
Por ejemplo, la automatización, la digitalización y la inteligencia artificial han llevado a que ciertos trabajos desaparezcan, mientras que se crean nuevos puestos que requieren habilidades diferentes. Este tipo de desempleo puede ser más difícil de resolver en ocasiones, ya que implica una necesidad de adquirir nuevas habilidad, modificar el paradigma vigente y reorientar la fuerza laboral.
3. Desempleo friccional
El desempleo friccional ocurre cuando las personas están en proceso de transición entre un trabajo y otro. Puede incluir a personas que han dejado un empleo para buscar uno mejor o recién graduados que buscan su primer trabajo.
Este tipo suele ser inevitable en cualquier economía y, en cierta medida, puede ser considerado positivo, ya que refleja movilidad laboral.
4. Desempleo estacional
El desempleo estacional ocurre en industrias que tienen una demanda fluctuante según la época del año.
Por ejemplo, los trabajadores agrícolas pueden tener empleo solo durante la temporada de cosecha, los empleados del sector turístico pueden encontrar trabajo solo durante las vacaciones, o los monitores de esquí solo durante el invierno.
Causas del desempleo
Realmente, las causas pueden ser muchas, diferenciadas y variadas, y a menudo se interrelacionan originando que aun sean más complejas:
1. Crisis económicas
Una de las causas más evidentes del desempleo es la recesión económica. Cuando la economía se contrae, las empresas suelen ver una caída en sus ingresos, lo que les obliga a reducir costos, incluyendo el despido de trabajadores.
La Gran Recesión de 2008 es un ejemplo claro de cómo una crisis financiera puede llevar a un aumento masivo en las tasas de desempleo en todo el mundo.
2. Avances tecnológicos
Como hemos comentado, la automatización y la innovación tecnológica, aunque necesarias para el progreso, pueden llevar al desempleo estructural. La introducción de máquinas y robots que pueden realizar tareas repetitivas ha desplazado a muchos trabajadores, especialmente en el sector manufacturero.
Sin embargo, también ha generado nuevos empleos en otros sectores, aunque estos a menudo requieren habilidades técnicas avanzadas. Hay una modificación de las necesidades actuales.
3. Cambios en la demanda del mercado
Los cambios en las preferencias de los consumidores pueden hacer que ciertas industrias se vuelvan menos relevantes, lo que lleva a despidos.
Por ejemplo, la transición de los medios impresos a los digitales ha reducido la demanda de trabajadores en la industria de la impresión.
4. Factores demográficos
El crecimiento de la población y el envejecimiento de la fuerza laboral también pueden afectar las tasas de desempleo. En algunos casos, la entrada de nuevos trabajadores jóvenes puede saturar el mercado laboral, mientras que en otros, la jubilación de trabajadores experimentados puede dejar vacantes difíciles de cubrir.
Consecuencias del desempleo
1. Impacto económico
El desempleo reduce la capacidad de consumo de las personas, lo que a su vez disminuye la demanda general de bienes y servicios. Esto puede generar un ciclo negativo, donde la disminución de la demanda lleva a más despidos, exacerbando el problema del desempleo. Además, los gobiernos suelen ver una reducción en la recaudación de impuestos y un aumento en los gastos de asistencia social.
2. Impacto social
La pérdida de empleo no solo afecta el bienestar económico de una persona, sino también su autoestima y estabilidad emocional. Las tasas altas de desempleo, que en ciertas ocasiones conllevan un mayor aumento de la pobreza, suelen asociarse con un aumento en problemas de salud mental, criminalidad y tensiones sociales. Las comunidades que experimentan altos niveles de dichas tasas a menudo sufren un deterioro en la cohesión social y en la calidad de vida.
3. Desigualdad
El desempleo puede exacerbar la desigualdad económica, ya que las personas con menos habilidades y menos recursos son las más afectadas. Además, el desempleo prolongado puede llevar a una pérdida de habilidades, lo que hace aún más difícil para las personas encontrar trabajo en el futuro.
