Tengo una teoría y sé que a muchos no os va a gustar. Porque os va a despertar del sueño de rosas, oro y abundancia y os va a devolver a la cruda y fría realidad. Pero es que es esto. La realidad es solo una. Y es cruda y fría.
Ahí va: la independencia financiera no existe. O al menos, no existe como nos la quieren vender en las redes sociales.
La independencia financiera es poder vivir cómodamente con el dinero que tienes sin tener la necesidad de romperte los cuernos para llegar a fin de mes. Para mi es esto. Puede que esté equivocado. Podría ser. Pero seguro que no lo estoy tanto como los gurús contemporáneos.
Y ahora que he captado tu atención, déjame darte mis razones:
Vivimos en un mundo de cambio constante. Las redes sociales y los videos descontextualizados se han convertido en nuestro mayor depredador. Y nosotros somos una pobre e indefensa presa. Nos lo creemos todo. Vemos a un chaval tatuado, con el bíceps a punto de reventar y repeinado que da gusto, mientras se sube a un Lambo contándonos que si le hacemos caso seremos ricos y podremos tener vida de billonario. Y nos lo comemos, lo masticamos, y lo tragamos. Luego lo digerimos y lo cagamos. Y una vez cagado, nos lo miramos de nuevo y nos lo volvemos a creer. ¿Estamos tontos?
Ahora vemos a otro, vestido con camisa apretada (los dos botones de arriba campando a su libre albedrío) y skinny jeans como medias de compresión. Lleva un reloj que de lejos parece un Rolex pero de cerca es un Ñolex (sí, con Ñ, tú ya me entiendes) y sostiene un rotulador mientras nos dibuja en una pizarrita algo que podría ser un gráfico o el Himalaya. Nos está diciendo que si hacemos esto podremos ser ricos, pero que si le compramos su curso y su libro, seremos muy ricos. ¡Qué suerte hemos tenido de toparnos con Warren Buffet Jr.! Y nos lo comemos otra vez. Y hacemos todo el proceso digestivo y nos lo creemos una vez más.
Pero espera. Que aún no te he hablado de criptomonedas. Acabo de ver a un chaval con un pelo en el bigote y otro en la perilla diciéndome que si compro Bitcoin o Solana cuando hayan bajado por debajo de esta vela de velero, obtendré unos retornos que ni Elon Musk con Tesla. Y otra vez ya sabes, me como todo el proceso.
Olvídate de todo lo que acabo de contar. O mejor, aléjate todo lo que puedas.
Nada de esto es real. Ni nada de esto se acerca a la realidad. Puede que alguien haya tenido la suerte o la astucia de saber posicionarse y engañar a unos cuantos y con esto generar una buena cantidad de dinero. Pero este no es el camino. Tú camino tiene que estar muy lejos de esto. ¿Has visto los memes que se hicieron con la escena del videoclip de See You Again de Wiz Khalifa? Pues esto es lo que tienes que aplicar si te encuentras con un gurú de estos.
Esto es importante: puede que si eres joven estés en un momento en el que es más importante invertir en tu formación. Hace ya mucho tiempo leí en Twitter (sí, aun era Twitter) a alguien que decía que en tu juventud los retornos que obtienes por invertir en tu propia formación son mucho más elevados que los que obtienes por invertir en activos. Tú eres tu propio capital. Y a esta persona, créeme, sí que hay que hacerle caso. Tiene una trayectoria profesional envidiable con 30 y pocos. Sé de lo que hablo, yo también trabajo en el mundo de la banca de inversión.
Así que a invertir en ti mismo. ¡Pero ojo! No todo vale. Lo que encontrarás ahí fuera es una jungla llena de depredadores que te ofrecen todo tipo de formación. Y ya te puedo asegurar que entre tanta jungla hay pocos espacios donde encontrar buen cobijo. La mayoría de lo que encontrarás solo serviría para hacer una hoguera por la noche y ahuyentar a los depredadores. Tienes que saber diferenciar qué te conviene y qué no.
¿Los 3 ejemplos que te he escrito arriba? Esto creo que no te conviene.
Me reitero. Invierte en ti mismo. Si quieres alcanzar la independencia financiera, la mejor forma de obtener retornos es ser una persona más culta y más estudiada. No hay otro camino. O al menos no lo hay para el 99,9% de la población. Así que ten claro esto: la independencia financiera no es un camino de rosas. Es espinoso, tortuoso y empinado. Nadie te promete que vayas a alcanzar la independencia financiera. Si sales a la calle verás que la mayoría de la gente trabaja cada día para tener un sueldo a fin de mes. Y esta es la cruda y fría realidad.
Eso sí, a lo mejor si me haces caso te colocarás en el buen camino y como mínimo ya tendrás el primer paso hecho.